LA “RUTA” DE LA LUZ EN EL OJO. INTERACCIONES Y PROTECCIÓN.

Todos los sentidos son importantes cuando estamos inmersos en nuestra afición favorita, pero, sin duda, el más importante de todos es la vista. El sentido de la vista nos proporciona la satisfacción de disfrutar del bosque, de cada tramo del camino, de la perspectiva desde lo alto de una cima, la transparencia del agua de un arroyo de montaña, el amanecer, etc. Por tanto, es natural que cuidemos nuestra visión para poder seguir disfrutando del paisaje.

   Cuando nos dispongamos a preparar todo lo necesario para emprender un día de ruta, hay algo que nunca, nunca se nos puede olvidar: las gafas de sol deportivas.

  A continuación os propongo una“ruta” en la que vamos a seguir “ el curso”(recorrido) de la luz a través de nuestro ojo atravesando las distintas capas hasta llegar a su destino en el fondo del ojo (retina) y cómo esa luz se transforma en visión en el cerebro. Durante el camino iremos valorando la importancia de la protección para evitar lesiones en las distintas capas y, sobre todo, cómo la calidad de la luz que filtramos con las lentes de sol favorece nuestra sensación visual.

1ºETAPA

Nos imaginamos que nosotros (la luz) vamos a entrar en una cueva (el ojo) y que la vegetación ( los parpados) protege la entrada.

   La primera etapa de nuestro viaje empieza cuando la luz, que está compuesta de una parte nociva y otra beneficiosa, llega hasta nuestros ojos. Los párpados constituyen la primera y principal barrera natural frente a la intensidad de la luz y los agentes externos como el viento, mosquitos, polvo…. Además, los párpados tienen la función de producir y extender la lágrima por el ojo. La piel de los párpados es muy sensible a la luz UV y le afecta de igual manera que a otras partes del cuerpo.   La mejor forma de protegerlos es con gafas de sol deportivas que cubran bien los dos párpados impidiendo la entrada de luz UV y agentes externos. El uso de cremas solares altera las glándulas que segregan la lágrima y puede provocarnos sequedad y picor.

2ª ETAPA

   La segunda etapa de “la ruta de la luz” nos lleva a la lágrima. Es el primer elemento refractivo que afecta a la calidad de la imagen. Es el lubricante natural para que los párpados no rocen con el resto de estructuras externas cuando realizamos el parpadeo. Una buena gafa de sol deportiva que proteja del aire e incluso del calor evitará que la lágrima se evapore y, por tanto, mejorará nuestro confort y agudeza visual; dos aspectos fundamentales en situaciones difíciles que podemos encontrarnos en la montaña, con la bicicleta,…

3ª ETAPA

   En esta tercera etapa la luz se encuentra con la córnea. La córnea es una estructura formada por varias capas; la más exterior está formada por piel, por tanto, hay que entender que, como tal, la luz UV le afecta perjudicialmente.

  La cornea es un tejido sin vasos sanguíneos y que toma el oxígeno a través del aire principalmente, por lo que la lágrima que la recubre juega un papel fundamental. Es un elemento fundamental por su importancia en los defectos refractivos( miopía, astigmatismo e hipermetropía) y para los usuarios de lentes de contacto.

  Las personas operadas de cirugía refractiva deben tener especial cuidado con la radiación solar, pues la córnea es lo que “se talla” para realizar este tipo de intervenciones.

  En esta etapa debemos desviarnos del camino de la luz hacia las partes internas del ojo para fijarnos en la esclera y la conjuntiva que son estructuras que en parte dan al exterior y adyacentes a la córnea. La esclera es la capa que proporciona el color blanco al ojo y sirve de sostén de las principales partes del globo ocular. Recubriendo la esclera por su cara externa nos encontramos con la conjuntiva que es una capa transparente, muy vascular y con mucha tendencia a irritarse por factores externos: polvo, luz UV, infecciones, alergias,... originando las famosas conjuntivitis y los consiguientes síntomas que, en algún momento, todos hemos sufrido.

Otra alteración importante de la conjuntiva como consecuencia de no protegernos de la luz UV es el pterigium( también llamado “uña”), que es un crecimiento anormal de tejido que va cubriendo la córnea, y que es causa de ceguera en países subdesarrollados.

4ª ETAPA

   Volvemos al camino de la luz que acaba de atravesar la córnea para llegar hasta la pupila. La pupila es un orificio que el iris (estructura que proporciona el color de los ojos) modifica de diámetro dependiendo de la cantidad de luz que le llega. Su correcto funcionamiento nos permite adaptarnos a las distintas condiciones de luminosidad del ambiente que podemos encontrar, por ejemplo, en un bosque. A más luz, la pupila estará más pequeña; a menos intensidad de luz, la pupila se dilata. Por tanto, con gafas de sol disminuimos la intensidad de la luz que entra y la pupila se dilata;  pero, si esa lente no dispone de un buen filtro para UV, lo que estamos consiguiendo, en realidad, es empeorar la situación, porque estamos facilitando la entrada de esa luz nociva. Así que, buen filtro UV es fundamental.

5ª ETAPA

El cristalino constituye la siguiente estructura a la que llega la luz. Es nuestro filtro natural para la radiación UV. Si hemos filtrado esa luz con unas buenas lentes de sol habremos conseguido proteger esta lente natural transparente para que dure más tiempo sin alterarse ni opacificarse (cataratas).

  Además, el cristalino es nuestro sistema de autoenfoque natural. Gracias a él conseguimos enfocar objetos que se encuentran a distintas distancias. El envejecimiento del cristalino dificulta su elasticidad y reduce la capacidad de enfocar objetos cercanos (presbicia).

6ª ETAPA

  En esta última etapa del viaje, atravesamos el vítreo (un gel transparente que “rellena” el ojo) hasta llegar a la retina, final del trayecto de la luz. . Todos los mecanismos de defensa de que dispone el ojo están pensados para que cuando la luz llegue a este punto no provoque lesiones. Una sobreexposición a la luz, después de un día de caminata o en bici, sin el correspondiente buen filtro solar crea en la retina un deslumbramiento que puede durar horas, crear malestar general y dolor de cabeza.

Para que esta radiación solar, ya filtrada de luz UV, se convierta en imágenes disponemos de células fotosensibles que reaccionan ante la luz generando un impulso nervioso que, a través del nervio óptico, se dirige al cerebro. En el cerebro se tratan los impulsos nerviosos transformándolos en imágenes, cuya nitidez y percepción del color depende de muchos factores.

Según sea la calidad de la luz que llega a la retina, así será la reacción de los fotorreceptoresEn condiciones oculares normales, nuestro sistema visualestá pensado para ver perfecto y siempre intenta compensar posibles defectos en las imágenes, ya que  tiene el mejor sistema óptico y resolutivo posible.

  Durante este viaje hemos podido constatar que hay muchas partes del ojo que se pueden dañar sin una correcta protección ocular. Pero, también, tenemos que tener en cuenta que el ojo es el principal órgano con el que nos relacionamos con el paisaje, y que, por tanto, tenemos que usar lentes con buena calidad óptica para que nada se nos escape y guardemos el recuerdo en imágenes como si de la mejor cámara fotográfica se tratara.  Así que:  no maltratemos nuestros ojos usando lentes de sol de baja calidad que alteran la luz y provocan fatiga ocular y dolor de cabeza.